martes, 19 de marzo de 2013

Módulo 2. Unidad formativa 2: Carta a Javier



Querido Javier:
Nos piden que te escribamos para contarte para qué nos ha servido ver tu clase. Pues para muchas cosas, la verdad, así que muchas gracias por dejarte grabar y da las gracias a tus alumnos, también. Nos ha servido, básicamente, para ver un montón de cosas aprendidas en teoría aplicadas a la práctica. Y para ver que aunque en la teoría parecían muy arduas, aplicadas, la clase fluye con naturalidad, como si no hubiera un esfuerzo detrás. De hecho creo que cuanto mayor es el esfuerzo de formación, planificación y preparación por parte del profesor, menos se nota luego en la clase...

Esta observación nos ha servido también para quitarnos los nervios sobre como sería "realmente" una clase de lenguas extranjeras, así como para conocer un método muy útil de resolución de dudas por parte de los alumnos: responder con otra pregunta para que los alumnos se ayuden entre sí y reflexionen sobre la respuesta a su propia pregunta antes de darles la respuesta correcta. 
También nos ha parecido genial cómo el contenido de toda la clase estaba ligado a través de diversas actividades y tenía unos objetivos muy claros. Está claro que tienes experiencia en el manejo de grupos, que conoces metodologías distintas y sabes cuando deben aplicarse y motivas a tu alumnado. Eres un profesional que sabe moverse en los tres planos: conocimientos, habilidades y actitudes. Pero en lo que observamos mayor desenvoltura es en las actitudes, al empatizar con el alumnado, comprender sus dificultades y a la vez exigirles hasta donde su conocimiento alcanza.

Desde el punto de vista cultural nos ha llamado la atención una cosa, que te preguntamos medio en broma medio en serio... Lo de permitir comer en clase ¿es algo extendido en tu centro o hay que considerarlo como una más del amplio repertorio de habilidades que exhibes a la hora de convertir una hora de aprendizaje del español en un rato de relax? Y abundando en la cuestión, en esta clase se ve que no, pero ¿has tenido en alguna otra ocasión que sugerir, como el que no quiere la cosa y con esa afabilidad tuya tan de agradecer, acabar cuanto antes con el tentempié porque veías que los alumnos se empezaban a despistar?

Además, nos gustaría saber hasta qué punto te puede llegar a intimidar que varios de tus alumnos sean también enseñantes de lengua extranjera. ¿Te sientes especialmente escrutado por ese hecho o por el contrario, y sabiendo de tus capacidades, lo conviertes en un acicate más a la hora de desarrollar tu labor profesional?
También nos asaltan algunas dudas, sobre todo en relación a la planificación de las clases, y más teniendo en cuenta que se trata de un nivel inicial. Sabemos que hay materiales que ayudan en dicha organización, pero aún así suponemos que hay que apoyarse en unas habilidades para desarrollarlos con éxito y lograr que los pocos conocimientos del alumnado, en este caso, se vayan plasmando en la clase.

Sin más, te damos de nuevo las gracias por dejarnos ver una clase de ELE y ojalá nos pudieras contar qué es lo que más te ha ayudado en tu proceso de formación como profesor de ELE, nos gustaría mucho saberlo. Saludos desde los cursos del Cervantes. 






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